En un edificio histórico de Nueva York nos
hemos encontrado con este loft de 560 m2 en el que podemos ver grandes
contrastes en su interiorismo.
Los propietarios son una familia urbana de 4 miembros con gran vida social.
Además del espacio principal a pie de calle
cuentan con una planta sótano y subsótano a un patio abierto con jardín donde
se encuentran las estancias más privativas.
Cuenta con un pequeño ascensor interior para
que el perro de avanzada edad pueda subir y bajar además de poder transportar
diversos objetos.
El suelo se ha realizado en resina blanca y
cuenta con una altura de 5 metros. Se ha creado además un espacio cubico en
madera de bambu donde mediante motorización asciende una pequeña mesa para
cenar con estilo oriental.
Etiquetas: interiorismo